La energía y el alma

La Energía y el Alma

Todo absolutamente cuanto nos rodea está formado por energía, de hecho los físicos han descubierto que la propia materia, es decir, nuestros cuerpos, las piedras, los árboles, los planetas, las estrellas y toda la masa del universo no es otra cosa que "energía más densa". Pero esta energía, igual que la eólica o la solar, es un tipo de energía cuantificable mediante aparatos científicos. La energía de la que yo quiero hablar todavía no se puede medir directamente con máquinas. Es la Energía que inunda el universo entero y lo conecta, la Energía que da la vida, que crea galaxias y constelaciones y que es común a todos los seres animados e inanimados del universo. Es la Energía Divina. Esta Energía inunda la Tierra y a menudo se le da el nombre de Madre Naturaleza o Gaia, pero lo cierto es que no es propia de nuestro planeta. Algunos movimientos de nueva era le "rezan" llamándola "Universo" y pidiéndole favores... Los físicos la llaman materia oscura (no es exactamene así) y los primeros cristianos se referían a Ella con un vocablo femenino que se podría traducir como algo parecido a "La Espíritu Madre" (después se le llamó Espíritu Santo y cambió el sentido).

Pero los seres vivos no solo estamos formados por esta Energía Divina, el Espíritu Divino no es lo que nosotros somos, no es nuestra consciencia.
Los seres vivos somos otro tipo de energía a la que llamamos alma. El alma, lo que somos, nuestra esencia, es una energía consciente. Quiero explicar esto a fondo: Cuando digo que el alma es una energía me refiero a que es algo tangible, una energía espiritual mucho más densa que la luz que conocemos pero mucho menos densa que la materia. 
  
Esta energía a la que llamamos alma es consciente porque es capaz de "pensar", de ser consciente de su propia existencia, es lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, no somos nuestros pensamientos o nuestros sentimientos sino la energía que los genera. En el alma es donde se generan nuestros sentimientos: Tristeza, odio, envidia, amor,  compasión...
Es célebre la frase de René Descartes "pienso, luego existo", esto se podría decir de otro modo del alma: el alma piensa, luego es consciente de su propia existencia. Las piedras, las estrellas, el mar... También existen y tienen energía pero no tienen alma, no pueden "pensar" y no son conscientes de su existencia.

El Buda decía que en realidad el ego no existe, que el alma no es nada, solo es consciencia y si se conseguía vencer ese ego y "anular" la consciencia individual se llegaría al Nirvana. No es cierto, el alma no solo es consciencia, es energía, y la energía, como demostró Einstein, no se puede destruir, solo transformar. Por lo que para llegar a la Divinidad no se puede anular la consciencia ni destruir nuestra esencia y energía, sino transformarla de manera que se llegue a parecer al mismísimo Dios.

Existen muchos tipos de alma diferente, no me refiero a la infinitud de almas humanas, sino a que existen almas con diferentes esencias de consciencia, es decir existen energías conscientes que se han encarnado y han formado insectos, existen almas que han formado, aves, peces, reptiles... también otras con niveles de consciencia superiores que han formado animales más conscientes como los perros o los monos, y finalmente otras almas que tienen el potencial de ser plenamente conscientes que se han encarnado y han formado seres humanos. 
Es un error pensar que los animales no tienen alma, la tienen y merecen el mismo respeto y amor que los humanos, ellos salieron del mismo "Lugar" que nosotros, son nuestros hermanos aunque tengan un nivel de consciencia diferente. Eso sí, el alma de un humano es el alma de un humano y el alma de un animal es el alma de un animal, nunca será un humano ni cambiará la esencia de  su consciencia aunque pueda evolucionar. 
Las almas evolucionan pero nunca pierden lo que son, no pierden su esencia nunca, ni siquiera con la muerte, es más bien al revés: Con la muerte aún nos hacemos más conscientes y plenos.
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